miércoles, noviembre 26, 2008

Es en serio!

Hace unos años cuando conversaba con una persona que recién comenzaba en la empresa donde trabajábamos me decía algo que me desconcertaba y enfurecía: "es que yo no sabía que lo que me dijo era en serio"

Y así son las cosas por mi tierra colombiana. No sé si esa persona lo que esperaba eran órdenes tajantes o tal vez creía que una cosa es lo que se dice y otra la que se hace. Finalmente nuestra comunicación mejoró y esa pregunta pasó a ser motivo de risas.

Creemos que este cambio del mundo y del país va en serio definitivamente. Y quizás esto implique volver a atrás en muchas cosas como escribe Umberto Eco. No sabemos, pero intuímos que estamos iniciando un proceso para armar un nuevo orden mundial.

El mundo progresó muchísimo en estos últimos sesenta años. Unos ganaron más que otros. Colombia es otra, mejoró en muchos aspectos pero no ha logrado hacer una nación. Por eso nos rezagamos y otros nos tomaron la delantera. Sin embargo, la actual coyuntura ofrece las ventajas tomar atajos para apuntar con energía hacia los factores que van a generar el nuevo progreso de los próximos años.

Y si uno mira con cuidado las viejas prioridades de siempre no cambian. Es preciso volver a convertir a Colombia en un buen productor agrícola y ganadero para satisfacer bien a nuestra creciente población y para exportar.

La administración pública tiene que mejorar en sus métodos y la rama jurisdiccional tiene que ser más eficiente. Y podríamos seguir enumerando muchos más.

Pero el problema fundamental de Colombia es de valores sociales. Esa tan famosa institucionalidad colombiana se ha perdido y es preciso rehacerla. Todos debemos comprometernos a jugar limpiamente con las reglas que nos impongamos. Nada de argucias y marrullas porque eso recibirá una severa sanción administrativa, penal y social.

Algunos de las personas que conozco miran con desprecio a nuestros compatriotas indígenas. Como si casi todos no lleváramos varias gotas de esa sangre. Pues esa gente ha dado últimamente unas muestras muy fehacientes de ser un grupo más cohesionado que todos los demás blancos, mestizos etc. que habitan por acá. Y quiero ilustrar lo que afirmo con una historia de hoy. Hace poco escuché por el radio que habían encontrado que varios directivos de una de esas pirámides del Putumayo escapaban escoltados por agentes y oficiales de la Policía. Escuché a un oficial de la Policía tratando de desmentir el hecho con tan poca vehemencia que pensé que lo que decía no era cierto. Al medio día me enteré que quien había capturado a los fugitivos era el Ejército de Colombia y los había entregado a la Guardia Indígena de Orito Putumayo. Vi por la televisión como los paseaban por todo el pueblo para que la gente los reconociera, de conformidad con una tradición de los indios. Esto que narro ocurrió el 24 de noviembre de 2008.

Es en serio que los políticos que hicieron pactos con los paramilitares tienen que ir a la cárcel y sus amigos abandonar inmediatamente los cargos públicos que alcanzaron por su poder electoral. La Justicia ha sido demasiado lenta pero a veces reacciona y actúa. Todo el mundo decía que el ex senador Gil tenía arreglados sus problemas y hoy vemos que no era así. Se reunió con todos los jefes paramilitares que tenían mando en Santander y no precisamente para promocionar los servicios de su partido empresarial.

En la política merodean muchos parásitos que sobreviven con los dineros que perciben de todos los candidatos. Todos los conocen y saben que sus lealtades no existen. Lamentablemente la gente los sigue y vota por quien le indiquen a cambio de migajas de pan. Si existieran reales partidos políticos y no solamente franquiciantes de una marca, se podrían hacer esfuerzos serios para rebajar costos y marginar a esos parásitos. Algunos de ellos ocasionalmente armados y la mayoría merodeadores de las administraciones públicas.

Decía Alfonso Valdivieso que Colombia ha vivido de crisis y siempre tarde logramos superar el problema. Pero nunca, ni siquiera cuando creímos que la solución consistía en hacer una nueva constitución, hemos podido aprovechar las crisis para hacer verdaderas transformaciones para superar todos esos palos que obstruyen la rueda del progreso y la paz de Colombia.

No me quiero ir de este mundo sin ver un cambio, sin ver que Colombia hace un verdadero esfuerzo por ponerse de acuerdo en pos de unos objetivos que lleven a mejorar la calidad de vida de sus habitantes y aumentar la riqueza. Quiero que los desplazados vuelvan a donde deseen. Quiero que los colombianos que se fueron tengan ganas de regresar.

sábado, noviembre 22, 2008

Atlético Bucaramanga

Muchas veces queremos negar la realidad. Creemos que si dejamos de hablar de algo e intentamos olvidarmos las cosas mejorarán y las penas se disiparán.

Pero lo del Atlético Bucaramanga es lamentable. Desde principios del año se veía que iba a pasar lo que sucedió. Estamos otra vez en la segunda división o en la “B” como decimos acá.

Desde siempre casi nada se ha hecho bien en ese equipo . Todo es mediocridad e improvisación. Como se ha convertido la norma de esta ciudad, que quiso ser decorosa y hoy es una fea ciudad de provincia.

Los directivos convocan a una rueda de prensa para no decir nada. Es que no tienen nada que decir, pero no se pueden ir porque querrán salvar algo de la catástrofe. De esta forma lo más probable es que sigan perdiendo lo poco que les queda y el equipo no ascenderá de categoría hasta que llegue un grupo que tenga el liderazgo para hacerlo.

Claro que yo llevo veinticinco años esperando que llegue ese grupo. Y no llega.

jueves, noviembre 20, 2008

El poder para qué?

Creo que ya está claro que solamente una persona no puede arreglar los problemas de Colombia. Es más, yo creo que en su fuero íntimo el presidente Uribe está decepcionado. Es que por todas partes hay problemas que el trabajo intenso y la voluntad no logran arreglar. Y eso era previsible.
Mi primera actividad profesional en los años setenta se dio en el sector financiero. Conocí personalmente a varios de los personajes que jugaron un papel protagónico en la gran crisis financiera de 1982. A pesar de todo, el papel de la Superintendencia Bancaria, como se llamaba en esa época, era temido y respetado. Después de esa crisis todo el mundo se cuidaba de recibir dinero en mutuo del público porque muy fácilmente se podía tipificar un delito. Las empresas no financieras y sus revisores fiscales siempre estaban muy atentos sobre el tema.
Con el paso del tiempo pude apreciar algo que es muy normal en Colombia. Una empresa que esté vigilada por la Superintendencia de Sociedades y tiene contactos permanentes con la Dirección de Impuestos y Aduanas DIAN puede quedar muy fácilmente en la picota si se descuida o deliberadamente obtiene recursos del público a través de contratos de mutuo.
Pero si esa empresa no está vigilada y no tributa es mucho más probable que nunca sea detectada o logre evadir la acción del estado. Y si está asesorada por astutos abogados mejor.
Y no estamos haciendo elucubraciones. Conocimos una empresa que no tenía vigilancia y captaba recursos del público para prestarlos. Una empresa financiera pirata. Pues a la cabeza de esa empresa no le pasó nada y a veces lo veo por ahí. Afortunadamente hace parte de las personas que me odian.
Con la legislación vigente se habrían podido detener a todas las pirámides. El poder es para eso, para ejercerlo rápido y evitar problemas.
Pero en Colombia no es así. El funcionario es temeroso o indolente. Pensarán que eso no era problema de ellos y si acaso arriba de ellos tenían un león que se le enfrentaba a todo.
El reto ahora es el de solucionar rápido el problema de DMG y de las demás pirámides. Lamentablemente no me hago muchas ilusiones con la liquidadora Perry porque no ha querido tener en cuenta a los empleados que son los que conocen el manejo interno de la empresa. Por qué no hicieron lo mismo que se ha hecho con las intervenciones de los bancos?
Ahora viene el tema del diálogo con los indígenas del Cauca en Bogotá. Hace poco escuché al Ministro de Agricultura amenazando con que no iban a comprar más tierras porque, al parecer, habían atacado a unos soldados desde un resguardo. Para qué decir eso? El tema con los indígenas es muy serio. Ellos son muchos, muy unidos y tienen una clara e indeclinable vocación de lucha por sus derechos. Aquí no valen himnos nacionales ni amenazas.
Qué pensar de los dirigentes de la caña de azúcar que no querían negociar con los corteros? Y que pensar de los bancos que se niegan a eliminar los muy onerosos cargos por sus servicios? En Colombia los ricos hacen lo que se les da la gana. Solamente piensan en el Gobierno cuando quieren defender o mejorar sus intereses. Cuando la situación es contraria, pretenden hacerse los de la vista gorda. Ellos sienten, quizás con razón, el presidente es de ellos y para ellos. Olvidan a la nación.
No quiero volver a mencionar el tema de los falsos positivos. Es una de las mayores vergüenzas nacionales. Hemos llegado a una degradación que no tiene paralelo en otra parte.
El poder deber ser usado en beneficio del ciudadano común y en eso hemos fallado casi siempre. Por eso a nadie importan los problemas de salud que tiene la gente. El Ministro del ramo siempre habla de hospitales y de millones. A veces va a un sistema de urgencias pero al cabo de los días se olvida.
Podríamos seguir enumerando temas y temas en donde el ciudadano está desamparado. Nadie se ocupa de nuestra gente y sus necesidades.
Deseo fervientemente que de aquí en adelante las prioridades cambien y que suframos y luchemos cuando un compatriota pierde su casa porque los intereses son altos y/o perdió su empleo. Que los gobiernos pongan en cintura esas fórmulas perversas para que nunca bajen los precios de los servicios básicos. El gas, la energía y el agua no dejan de subir aunque la inflación baje y haya revaluación. Ahora el argumento será el contrario y seguirán las alzas.
Aprovechemos todo lo que está sucediendo para propiciar un gran acuerdo nacional. Nadie puede solo, se necesita contar con los esfuerzos de muchos. Los que aparentemente apoyan, casi siempre lo que realmente buscan es preservar sus intereses particulares.
La gente se está cansando.

domingo, noviembre 09, 2008

Soñआर नो cuesta

No voy a caer en la tentación de decir que con el triunfo de Barack Obama el mundo cambió. Pero puede cambiar porque tiene el talento y el apoyo para hacer las modificaciones que anunció en su campaña.

La campaña fue muy distinta, utilizando muy bien el internet y consiguiendo mucho dinero de pequeños contribuyentes. Sin duda, la estrategia empleada trajo magníficos resultados. Pero de estos temas leeremos mucho en los próximos días. El "si se puede" funciona allá como funcionó en Colombia en 1982.

Sorprende la velocidad de la carrera política de Obama. Llegó al Senado muy joven hace apenas cuatro años y ya es el presidente de Estados Unidos. Siempre pensé que el desastroso gobierno de Bush sería de gran ayuda para el triunfo demócrata pero está claro que no solamente ese factor era suficiente. Se necesitaba un gran talento y una magnífica estrategia.

La aguda crisis bursátil y bancaria de los últimos meses fue bien capitalizada por Obama pero era también un arma de doble filo. Muchos podrían pensar que era más sensato votar por un personaje experimentado para salir del agujero. Las propuestas y actitudes del candidato demócrata generaron más crediblidad. Obviamente, no hemos salido de problemas. Ni más faltaba. Es probable que los principales indicadores sigan subiendo y bajando como lo han hecho los últimos días.

Siempre me ha causado gran molestia cuando lleno alguna encuesta en Estados Unidos. se interesan mucho por la raza de las personas y se inventaron una nueva que ellos llaman los hispanics. Yo me pregunto siempre cuando lleno el formulario de Patricia y veo sus ojos verdes y el color de su pelo si debo marcar esa casilla o no. Por supuesto, no la marco porque no estoy de acuerdo con hacer categorías de las razas humanas.

Ahora reviso mi inquietud por la raza y advierto que quizás todo tenga que ver con su permanente afán de organizar y sistematizar. En Estados Unidos hay registros de casi todo desde la época colonial.

Recordando eso yo creía que a pesar de todos los elementos positivos, ese gringo del midwest no iba a votar por Obama y no lo iban a dejar llegar a la presidencia. Pues la mayoría de esos estados del centro votaron en contra, pero las personas de las dos costas y las de los grandes lagos votaron por Obama. Estados Unidos lleva más de doscientos años haciendo una nación y lo ha logrado pero, eso no quiere decir que no existan muy grandes diferencias entre las personas de distintos lugares.

Un gran ejemplo para el mundo fue la decisión de dejar atrás el racismo. No han pasado cincuenta años de la supresión de las absurdas medidas de segregación de los estados del Sur. Y llega un hombre hijo de egresado de Harvard nacido en Kenia y una madre blanca. Un hombre que quizás no tiene ascendientes esclavos y que fue abandonado por su padre cuando tenía dos años. Un hombre con gran talento que estudió Derecho en Harvard gracias a su esfuerzo personal y se casó con una colega abogada muy exitosa en su ejercicio profesional.

Se hizo a si mismo como corresponde al insuperable modelo de Estados Unidos. Casi nadie podrá reclamarle mucho a Obama, talvez tienen derecho de hacerlo los habitantes de Illinois que lo acompañan desde sus inicios y que anoche llenaron un gran parque en Chicago. Nosotros los colombianos siempre estamos esperando que alguien nos ayude.

Podría Colombia tener un Obama en el inmediato futuro? Ojalá así fuera porque tenemos muchos jóvenes y gente talentosa para armar un fenémeno parecido. Pero siempre nos perjudicarán los bandidos armados de un lado y del otro y que no están interesados en algo que los apabulle. Y el estado nuestro es muy poderoso detentador de dádivas que pueden perturbar. Pero sería una fiesta hacer algo que rompa paradigmas, que le llegue a la gente del común y que haga caso omiso de esas lacras que solamente quieren plata para hacer las elecciones.

Intentó Luis Carlos Galán y no lo pudo lograr. Ya es hora de que mis hijos que tienen veinte años y más se entusiasmen por una nueva causa.