Cualquier extraño se preguntaría por qué razón los paramilitares alcanzaron tanto poder en tan poco tiempo.
A principios de la década anterior me correspondió coordinar una reunión de empresarios de mi región con el ministro de defensa nacional. En ese momento la situación era muy difícil y muchos empresarios habían sido víctimas de delitos muy diversos auspiciados por organizaciones guerrilleras. Casi todas las familias habían tenido a alguien secuestrado.
La respuesta del ministro fue muy clara: ustedes se tienen que defender y tienen el derecho a hacerlo.
A partir de ese momento y con el apoyo de las Fuerzas Armadas las personas y las empresas comenzaron a organizar su defensa. Algunos siguieron al pie de la letra las normas pertinentes y otros, quizás la mayoría, se sintieron justificados para tomar caminos más expeditos.
Y poco a poco se fueron recuperando zonas que antes estaban muy amenazadas por la subversión. Pero esa labor comenzó a ser liderada por personajes muy extraños, con acentos distintos y muy afines al narcotráfico.
Esa relación estrecha de los empresarios con esas personas se fue diluyendo porque gracias a los narcóticos, a las extorsiones y al robo de tierras esos personajes se hicieron muy ricos y ambiciosos y cada vez necesitaron menos del apoyo económico.
La relación cambió, se hizo más distante pero no desapareció. Esas personas seguían comprando tierra, camionetas, apartamentos, ganado fino y casi siempre pagaban en efectivo evitando el pago de impuestos.
El caso de los políticos de Sucre es muy interesante y espero que pronto sepamos sobre casos similares en otras regiones porque no se puede adoptar un patrón único en toda Colombia.
Algunos políticos regionales fueron los creadores y animadores de grupos paramilitares y reforzaron su financiamiento con el expolio de los recursos del estado. Y las instancias de control siempre miraban hacia otro lado, asediando por el contrario a otras personas por pequeños motivos.
En otras regiones hicieron su aparición fulgurante varias personas escasamente conocidas. No me atrevo a decir cuantas pero son muchos los cargos de elección popular que han tenido el apoyo de esas fuerzas y esos dineros.
Estamos a un año de unas elecciones muy importantes en Colombia, las de Gobernadores departamentales y Alcaldes municipales. Y ya se puede advertir que para poder participar con éxito es preciso disponer de muchos recursos. De nada o muy poco servirán los Gobernantes nacionales y los partidos políticos.
Con demora pero con valentía, la Corte Suprema de Justicia ordenó la captura de tres Congresistas y nos hace pensar que está dispuesta a hacer lo que otros no han podido. Tendrá éxito en su empeño? Como abogado y colombiano espero que sí.
martes, noviembre 14, 2006
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