Además de recordar los ojos de sutana y las piernas de mengana viene a mi mente el primer avión jet que utilicé en junio de 1966 para viajar de Bogotá a Miami.
Me habría gustado encontrar una foto de ese avión de Avianca con los colores azules de la época. Pero encontré la foto de un avión de Panamerican airlines. En mi infancia y primera juventud esa empresa era la más representativa e importante.
Es probable que antes aterrizara en Bogotá pero en sus últimos años solamente lo hacía en Barranquilla, la mayoría de las veces con un 727 como el de la foto.
Volé muchos años en este avión y en varias ocasiones tuve la oportunidad de hacerlo desde la cabina de pilotos. La última vez saliendo de Cúcuta con destino a Bucaramanga pude apreciar el gran trabajo en equipo de los tres tripulantes. El vuelo fue complejo y de mucha tensión. A la llegada conversé con varios amigos y me dijeron que les había parecido un vuelo normal.
No todos son recuerdos gratos porque en ese mismo tipo de avión y saliendo de Cúcuta murieron muchas personas conocidas que viajaban hacia Cartagena.
Ya nadie parece recordar este avión que fue por varios años el más construido de la Boeing. A veces veo algunos dedicados al noble oficio de la carga, como terminan todos los aviones que han prestado un buen servicio en el transporte de pasajeros.
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