Una de tantas cosas que hay que replantear en Colombia es el de las ciudades.
Y no quiero referirme a asuntos generales, debo mencionar a la ciudad en donde vivo: Bucaramanga.
Que desorden, que fealdad, que falta de generosidad con lo público. No se volvieron a construir parques ni a mantener los que existen, el espacio público es escaso y descuidado y a nadie le importa.
En Cabecera del Llano se derrumban casas y se construyen edificios sin ningún gesto de amabilidad con el espacio público. Si pudieran construir sobre las angostas calles lo harían. Y que los visitantes lleguen caminando porque no se disponen plazas para el parqueo. El diseño arquitectónico ha mejorado pero se nota que la ambición del constructor limita las posibilidades de creación.
Por todos lados hay todo tipo de comercio, nadie limita nada. Se instalan nuevos negocios como restaurantes de calidad pero también invaden zonas de uso común.
Nos creímos el cuento de que Bucaramanga era la ciudad bonita y no hemos hecho nada para merecerlo. El Alcalde anterior con quien tuve varias diferencias se arriesgó, hizo cambios en la carrera 33, instaló puentes peatonales con mejor diseño. Su sucesor no hizo nada para embellecer la ciudad. Ni una flor.
Mientras la densidad de Cabecera se aproxima al absurdo, la mayoría de la meseta está edificada por construcciones viejas de muy pobres especificaciones. Pero hacer una renovación urbana requiere del liderazgo de la autoridad municipal. Hay que escoger un sector y comprarlo o expropiarlo. Y hacerle un plan detallado para crear una ciudad dentro de la ciudad. ¿Por qué no hacer un parque de varias manzanas en la zona sur del centro de la ciudad? Con ese plan definido se convoca a los constructores privados para que participen e inviertan. Tengo la certeza de que lo harán, siempre y cuando se les asignen o vendan espacios de un buen tamaño.
Y para garantizar el éxito de este proyecto se deberían adoptar serias medidas que hagan muy onerosa la construcción de nuevos proyectos en Cabecera. Debemos hacer que el nuevo sector sea la prioridad. Posteriormente, se podrán seleccionar otros para continuar con la renovación de la meseta.
Hemos leído que el Gobierno nacional piensa impulsar acciones para hacer renovación en las ciudades. Ojalá sea así porque tenemos muy presente el papel que jugó la nación en la construcción de los sistemas de transporte masivo. Debería olvidarlo, pero aún recuerdo la actitud de muchos transportadores y autoridades frente a metrolínea. Con mucho estoicismo el Presidente Uribe tuvo que escuchar las impertinencias del alcalde de Girón y de los dirigentes del transporte urbano.
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2 comentarios:
Una vez más difiero.
Esta vez en el tema de metrolinea.
Es indudable que metrolinea no es una solución al problema que intenta resolver, que es la MOVILIDAD URBANA.
Dos datos que me dan la razón. 1. Conecta la ciudad por las zonas donde menos vehiculos particulares por habitante hay:
Piedecuesta, autopista, la 15, ciudad norte.
Y el otro dato, reduce a dos las calzadas de los vehiculos particulares.
A dos calzadas sin reducir el parque automotor es como querer meter a un perro san bernardo con rabia en una lata de sardinas.
Eso obligará, en otra de los soluciones improvisadas, a tener un pico y placa para toda la eternidad.
Pero el problema permanecerá y los efectos no se harán esperar.
Simple aritmética.
Claro, cuando eso suceda, saldran algunos mimos a decirle a la gente que no use el carro, que caminar es saludable y que la problematica en movilidad no existe, que es puro cuento y que si todos hacemos un gran esfuerzo, los problemas los naturalizamos y empezamos a vivir con ellos como vecinos.
Otro saludo
Alejandro.
Si hay soluciones economicas y eficientes para los problemas del transporte masivo:
se lama TranXRail.
www.sistracsa.com
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