Generar empleo para las personas parece no ser una de las prioridades de las sociedades actuales. En Colombia definitivamente no lo es desde hace muchos años. Y no hace falta analizar las cifras nacionales sobre empleo porque con salir a la calle de cualquiera de nuestras ciudades podremos apreciar la inmensa cantidad de personas desempleadas que tienen que recurrir a múltiples recursos para sobrevivir.
Leemos en los periódicos acerca de las propuestas de una llamada “misión de empleo” para superar este grave problema que está deslegitimando a la sociedad colombiana. Sus propuestas son sensatas y hay que implementarlas a la mayor brevedad. Sin embargo, creemos que el Gobierno colombiano debe ir más adelante para hacer de la generación de empleo y eliminación de la pobreza un VERDADERO PROPÓSITO DE TODA LA NACIÓN.
Como consecuencia de la crisis anterior de finales de los años noventa los empresarios decidieron reducir de manera drástica sus plantas de personal y aunque estos años de crecimiento han implicado el crecimiento del empleo en muchas empresas, aún persiste en el imaginario gerencial la necesidad de mantener la nómina a mínimos.
Y esto ocurre en la mayoría de los países porque la competencia global ha determinado, con razón, que el menor precio y en consecuencia el menor costo es la clave para permanecer en el mercado.
Es obvio que muchos productos han bajado de precio de manera dramática y que esta tendencia se mantendrá gracias a China y a otros países. Estos precios bajos favorecen a las personas de ingresos bajos pero conllevan una tremenda contradicción porque los precios bajos se logran sacrificando empleos en la mayoría de los países.
No todas las empresas están en capacidad de hacer un esfuerzo importante para generar empleo pero las del sector productivo pueden recibir un estímulo similar al que están recibiendo para mejorar sus equipos y maquinarias.
Y acerca de otros sectores como el de las instituciones financieras hay que acercarse a una ventanilla bancaria para advertir que hacen falta muchos funcionarios para atender de manera más rápida y eficiente a los pacientes clientes que deben soportar largas esperas.
En un país en donde la pobreza aumenta todos los días, las instituciones no se pueden sostener porque su justificación no es el poder por el poder. Existen para que las personas vivan cada vez mejor.
miércoles, octubre 18, 2006
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1 comentario:
Buenos días estimado Doctor Juan José, felicitaciones por su blog, Usted tiene mucha experiencia y conocimientos que harán muy interesante su espacio. Por otro lado, escribir siempre es una excelente terapia...siempre viene bien reflexionar de lo divino y de lo humano. Un abrazo, María del Pilar
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