Los estrategas de la guerra no temen en recurrir a esconder verdades o fabricar mentiras para favorecer sus propios intereses.
Los nacionalistas intentaron siempre minimizar y tergiversar el desastroso bombardeo de Guernika durante la guerra civil española. Ganaron la guerra pero ese lamentable episodio les costó muchos dolores de cabeza.
En el nuevo escenario de la confrontación con la subversión, será FUNDAMENTAL decir la verdad porque gracias a ella y a la intensa e inteligente labor de esos diplomáticos, que aún no entran a actuar, ganaremos o recuperaremos credibilidad en el exterior.
Toda palabra que se diga, toda foto que se publique podrá ser usada en contra del país. Hay que ser muy cuidadosos en estos meses porque todos estamos muy sensibles y los problemas no pasaron con unos apretones de manos y un concierto en la frontera.
Usted, amigo lector, podrá ser partidario o adversario del presidente Uribe. En un caso o en otro tiene todo su derecho en expresar sus opiniones pero tendrá que tener en cuenta que todo podrá ser usado contra la nación. Con razones, con argumentos, con pruebas hay que decir todo y asumir las consecuencias. El Gobierno tiene que estar dispuesto a encajar y aceptar que no todo es perfecto. De hecho, a veces, el presidente Uribe parece el jefe de la oposición frente a algunas decisiones de gobierno.
Pero las defensas también tienen que hacerse con los mismos criterios. Más defensas aguerridas en comités de trabajo y menos en medios de comunicación.
Decir la verdad y siempre la verdad tiene justificación también porque es otra forma de expresar el repudio al uso de todas las formas de lucha para conseguir el poder. Y esto no puede aplicar exclusivamente para los partidarios del gobierno actual.
martes, marzo 25, 2008
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