En muchos de mis escritos anteriores había escrito sobre la necesidad de hacer un gran pacto nacional para fijar nuevas prioridades, reglas de comportamiento político y darle nueva legitimidad a la nación.
Con lo que ha sucedido en los últimos días ese acuerdo parece más lejano. Estamos entrando a un período muy oscuro porque la verdad es muy dura y afecta a muchas personas. Y como el país se parece a las personas intuyo que seguirán los ataques para deshonrar a los Jueces y Fiscales que tienen la responsabilidad de los procesos contra Congresistas.
Hay que dejar actuar a la Justicia que no es perfecta pero intenta ser justa. Pero, lo más importante, hay que reiterar el rechazo vigoroso a los crímenes, al narcotráfico y en general al ejercicio de la violencia por los particulares. La sociedad colombiana aún no ha hecho esa renuncia de manera explícita.
Los paramilitares prenden de manera selectiva su ventilador porque no quieren cumplir ni siquiera con la generosa ley de justicia y paz. Y mueven cielo y tierra para evitar la extradición de uno de sus más peligrosos jefes el señor Jiménez alias “Macaco”. Como siempre ocurre con los delincuentes, ellos aspiran a salir indemnes de todos sus salvajes crímenes pero no saben que el péndulo ha cambiado y será imposible la impunidad. La riqueza conlleva siempre a la avaricia y ellos no quieren perder sus bienes. Y hacen una lectura en parte justificada de la sociedad colombiana, porque como dijimos antes, el rechazo a ellos y a sus acciones todavía no es muy enérgico.
Y nos viene el tema de la FARC-política. Definitivamente no puede ser manejado por nadie distinto a los Jueces y Fiscales. Y que sea lo que sea para que se conozca la verdad.
viernes, abril 25, 2008
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