miércoles, abril 16, 2008

Para sobrevivir

A veces me levanto con ganas de hacer lo que han hecho algunas de las personas mayores que conozco: negar lo que aquí sucede, inventar una novela y vivir en consecuencia.
Pero enciendo la radio y todos los días hay una noticia sobre otro congresista que está a punto de ser detenido por la Corte Suprema de Justicia. Siempre he desconfiado de los políticos porque los conozco pero al cabo del tiempo, para sobrevivir, terminé creyendo que hacían un gran trabajo por la región.
Y llegué también a creer que algo malo hacían los amigos que se presentaban a un cargo de elección popular y perdían. Algo tenían que tener, garra y talento, esas figuras que de pronto emergían con gran éxito. Por supuesto no era eso, era lo que sabíamos de sobra, pero había que seguir viviendo. Y no se le ocurra demandar al ganador porque hace el ridículo y pierde una suma muy grande de dinero.
La ciudad también se fue derrumbando y a cada esfuerzo de concertación y planificación se respondía con la elección de un Alcalde peor. Sorprende que a estas alturas comenten que, por ejemplo, el intento de concertación con el Alcalde Cote se echó a perder porque no tuvo continuidad. Como si olvidaran que su triunfante sucesor no quería saber nada de los asuntos y personas que habían tenido participación en el proceso anterior. En su momento todos callados porque estaban en Bogotá o porque simpatizaban con los Moreno Rojas. O los honraban con presidir algunas juntas directivas.
Luchar en la vida para hacer siempre las cosas bien, con excelencia esa ha sido la meta de muchos. Lamentablemente son más los que piensan y actúan con mediocridad y solo buscan sacar partido a cualquier oportunidad que se presente. El progreso se da pero cada vez estamos más lejos de la excelencia. Parece como si siempre hubiera que estar empezando de nuevo porque la gente ni aprende ni olvida.
Y así pasa la vida. Cuando la cámara de comercio de Bucaramanga hizo una oposición seria a las acciones del Gobernador de Santander, algunos empresarios se pusieron de lado del Gobernador, le organizaron homenajes y atacaron a esa organización. Desde el principio se sabía lo que iba a suceder y se dieron todos los avisos. Nada pasó cuando era remediable.
Por eso es mejor olvidar todo y armar una fábula interna sobre el país y el mundo. Y a ganar plata porque a eso vinimos a este mundo. No importa lo que dejemos, finalmente el mundo es grande.

1 comentario:

Michelle dijo...

"Y HAY QEU VIVIR EN UNA FABULA"
Pero es mejor hacer historia , pese a cansarnos de llamar la atención de los protagonistas de los cuentos de hadas, donde las ciudades, los parques, las personas, son felices, viven, sueñan y sobretodo dejan vivir.