En varios de mis escritos anteriores he invocado la necesidad de hacer un gran acuerdo sobre las reglas que deben existir para que Colombia supere sus problemas actuales.
Me preocupaba el tono que han ido adquiriendo los voceros de la oposición porque con sus palabras están haciendo un rompimiento radical con el sistema que nos rige.
Y sucedió lo previsible. A esos personajes se les olvidó que su lenguaje, inquietante en el interior, resultaba fatal en el exterior. Ya muchos lo habían dicho, pero lo de la Senadora Córdoba llegó a unos niveles intolerables.
Y la reacción del Gobierno no se hizo esperar. El discurso del 20 de marzo en el Senado pronunciado por el Ministro Holguín fue contundente. Dijo algo muy cierto, que de una manera muy peligrosa el discurso del PDI y de algunos voceros del Partido Liberal se iguala a los planteamientos de las FARC.
Es ya demasiado tarde?. Los temperamentos de unos y otros me inquietan pero creo que ha llegado el momento de parar.
No se trata de detener los procesos en curso. Todo lo contrario, eso tiene que seguir y el Gobierno tendrá que seguir apoyando con mucha energía.
Si los lenguajes no cambian tenemos que prepararnos para una reacción social muy fuerte en contra de los líderes más caracterizados del PDI. Y eso sería terrible.
Definitivamente no entendí al doctor Horacio Serpa. Tuvo la oportunidad de demostrar sus dotes como administrador y estadista pero se perdió en un agrio debate interno con sus copartidarios y entró al mismo juego de deslegitimar al actual gobierno. Así como están las cosas, no creo que se pueda lanzar a la Gobernación de Santander porque sería derrotado.
miércoles, marzo 21, 2007
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