domingo, abril 05, 2009

Seguridad democrática y reelección

Mi hija salía ayer de Bogotá para sus vacaciones de Semana Santa cuando el vehículo en el que viajaban fue embestido por otro automóvil que no había respetado las señales de un semáforo. Eso pasa cada rato en las ciudades colombianas y aunque habría podido ocasionar un muy grave accidente afortunadamente los dos ocupantes no sufrieron ningún daño.  Cuento la historia porque del vehículo blindado agresor descendió una mujer preocupada únicamente por conseguir un taxi. El accidente y los daños no importaban. La mujer iba a llegar tarde al aeropuerto en la temprana mañana del sábado. Eso era lo grave.

El taxista que presenció el accidente no la quiso llevar al aeropuerto sino hasta su casa y regresó rápidamente al sitio para informar que ese dudoso personaje reconoció haber apremiado insistentemente a su conductor para transitar a la mayor velocidad posible.

Y es que en Colombia la gente no importa. Y menos a alguien que se desplaza con escolta y carro blindado. Como si de veras se necesitaran tantos escoltas y blindados en estos tiempos de seguridad democrática. Si de verdad fueran vitales los carros con escolta  la señora no se habría atrevido a tomar el primer taxi que se encontró.

Hechos como estos suceden todos los días en Colombia. Si usted es peatón no tiene ningún derecho frente al personaje que acelera su carro cuando lo ve atravesando una calle. Y esto no es nada nuevo. Otros gozan mojando a los transeúntes que esperan en un andén en días de lluvia.

Por fortuna mi hija regresó bien a su hogar paterno y gozaremos de estos días de descanso. ¿Por qué no le dan trascendencia a las declaraciones de David Murcia sobre la financiación del referendo ? . ¿Por qué se toleró ese aumento desmedido en el precio del etanol?.¿ Por qué tanta prisa en extraditar a los dirigentes de DMG?.

Trataré de reflexionar sobre estos y otros temas para escribir lo que estoy sientiendo  desde hace ya bastantes días.

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