miércoles, marzo 14, 2007

No mas aviones, por favor!

En los últimos años hemos intervenido de manera activa en los procesos de veeduría. Pero con la experiencia que tenemos en esta materia debemos afirmar que las veedurías se hacen bien, a fondo y con todas sus consecuencias, o no se hacen.
Y hacerlas bien demanda dinero, firmeza en las convicciones y persistencia. Justamente eso es lo que nos falta casi siempre.
Creo que un mejor camino sería el de hacerle a los funcionarios públicos que terminan su mandato un “juicio de residencia” parecido al que le hacía la Corona española a sus altos funcionarios.
Y es que es sencillo. Lo primero es comparar las declaraciones de impuestos de los últimos años antes, durante y una vez termine su mandato. Quien no justifique sus incrementos patrimoniales tendrá que ir a prisión. Y esto debe incluir a familiares cercanos y a empresas donde el funcionario o familiares tengan aportes de capital. Si se disfruta de un bien mueble o inmueble que pertenece a un tercero se deberá demostrar el arreglo contractual acorde con acuerdos similares en el marcado. Y hay muchas más herramientas que se pueden utilizar.
Lamentablemente la sanción social es muy débil. Se acepta que un funcionario reciba comisiones si puede mostrar realizaciones. Se dice con tranquilidad: “roba pero hace”.
No me resisto vivir en un país que no quiere cambiar y que acepta como normales casi todas las aberraciones que impiden el desarrollo y bienestar de la mayoría de la gente.
Será que en cada cabeza de Distrito Judicial podemos tener un par de Jueces que comiencen a actuar con energía y determinación? Si nuestros honorables magistrados siguen el camino que está trazando la Corte Suprema de Justicia, se podrán afinar muchos mecanismos penales para perseguir a los corruptos.

No hay comentarios.: