En nuestro diario vivir muy poco pensamos sobre actividades que consideramos obvias y rutinarias como hablar,mover los brazos,comer,caminar etc.
Nacimos con algunas de esas facultades y otras las fuimos adquiriendo poco a poco. Recordemos los esfuerzos de un bebé para caminar y para poder expresarse con palabras entendibles para los adultos.
De repente podemos estar expuestos a un accidente que nos obligue a volver a empezar. Eso le pasó a mi madre en el mes de abril de este año.
Una persona que muy pocas veces vi acostada salvo para dormir quedó reducida a una cama dependiendo de las ayudas médicas de una unidad de cuidado intensivo.
El tiempo ha pasado y ya la tenemos de regreso en su casa. Ahora estamos todos ayudando al proceso de volver a aprender.Al principio me afectó pero ahora entiendo que pasaré muchos momentos gratos de intimidad tratando de entenderla y logrando su recuperación definitiva.
jueves, mayo 20, 2010
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