miércoles, octubre 29, 2008

Mensaje duro pero clave

Desde hace varios días estaba muy mortificado por el caso de los falsos postivos con los jóvenes de Soacha que fueron asesinados. Mi indignación aumentó cuando leí la crónica publicada en Semana del soldado que se enteró de la muerte de su hermano por parte de sus compañeros.

Ni diez operaciones Jaque pueden hacer olvidar estas atrocidades. Sentí que vivía en el país y en la época que no era.

Hoy miércoles despierto con la noticia de la destitución de veinticinco militares y me tranquilizo un poco. El mensaje tiene que se claro y directo. En Colombia no se tolera el crimen y la muerte no se justifica. Se acepta solamente en los casos previstos por la ley.

A los extremistas que escriben y dicen tonterías hay que decirles que esto no se hace porque Estados Unidos lo ha pedido. Es que es lo que corresponde hacer. Quizás la presión a las Fuerzas Militares fue mal interpretada por algunos díscolos, perezosos y delincuentes pero eso no excluye la responsabilidad.

Ahora el Presidente se puede ocupar mejor de conversar con los indígenas y de liderar el proceso de ajuste que la nación debe adoptar.

Lástima que todo se empañe por la idea de ese referendo para reformar nuevamente la constitución y permitir una reelección más.

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