domingo, julio 29, 2007

Tapen, tapen

No conozco sociedades distintas a la colombiana y no sé si en otros lugares se empeñen tanto en encubrir ciertos hechos como en Colombia.
Y no se trata de las estrategias de unos pocos para manipular la historia. No señor, esto sucede en los grandes temas y en los pequeños asuntos.
Ciertos hechos, considerados vergonzosos, se tapan con un manto como el de Harry Potter y se vuelven invisibles. No hablemos de los malo, hablemos de lo bueno es uno de los argumentos que nuestros viejos todavía utilizan.
Yo entiendo que los directamente implicados quieren que no se sepa sobre los hechos que lo avergüenzan, pero lo que sorprende es que los demás casi siempre están de acuerdo. Cuando alguien intenta preguntar recibe una cordial o agresiva reprimenda.
Hoy domingo 29 de julio de 2007 el diario EL TIEMPO publicó una entrevista muy interesante con el Abogado Alfonso Gómez Méndez antiguo Fiscal General. El caso del palacio de Justicia es quizás uno de los mejores ejemplos de lo que estoy intentando explicar.
Ojalá podamos enterarnos de la verdadera historia del asesinato de Álvaro Gómez Hurtado porque todavía nos faltan muchas historias para esclarecer la verdad sobre los hechos que sucedieron en Colombia en los últimos años del siglo XX.
La verdad casi siempre es dolorosa y tiene consecuencias. Los responsables tienen que pagar por sus faltas y los héroes tienen que ser exaltados. Verdades a medias son mentiras. Y las mentiras no hacen país. Hacen ricos a algunos pero destrozan a la nación.
Por supuesto, algunos muy hábiles lograrían mantenerse impunes pero no sería gracias a una decisión de estado.
Los delitos políticos son una forma sutil de eludir responsabilidades y de justificar atrocidades. Se ha considerado un gran logro que los derrotados tengan una salida que haga menos penosa su situación y le mantenga una cierta legitimidad. Creo que estos conceptos ya no tienen vigencia porque son una más de las formas más importantes para tapar, esconder las responsabilidades. Y las sociedades pueden aceptar transitoriamente esos indultos, amnistías etc., pero, al final, lo que queda es escepticismo, falta de fe y confianza en las instituciones.

1 comentario:

Carlos Alberto Bermúdez dijo...

primero que todo felicitaciones por los temas que trata en su blog, nos hacen reflexionar sobre muchas cosas que a veces pasan frente a nosotros y ni siquiera nos percatamos de ellas.