miércoles, octubre 29, 2008

Mensaje duro pero clave

Desde hace varios días estaba muy mortificado por el caso de los falsos postivos con los jóvenes de Soacha que fueron asesinados. Mi indignación aumentó cuando leí la crónica publicada en Semana del soldado que se enteró de la muerte de su hermano por parte de sus compañeros.

Ni diez operaciones Jaque pueden hacer olvidar estas atrocidades. Sentí que vivía en el país y en la época que no era.

Hoy miércoles despierto con la noticia de la destitución de veinticinco militares y me tranquilizo un poco. El mensaje tiene que se claro y directo. En Colombia no se tolera el crimen y la muerte no se justifica. Se acepta solamente en los casos previstos por la ley.

A los extremistas que escriben y dicen tonterías hay que decirles que esto no se hace porque Estados Unidos lo ha pedido. Es que es lo que corresponde hacer. Quizás la presión a las Fuerzas Militares fue mal interpretada por algunos díscolos, perezosos y delincuentes pero eso no excluye la responsabilidad.

Ahora el Presidente se puede ocupar mejor de conversar con los indígenas y de liderar el proceso de ajuste que la nación debe adoptar.

Lástima que todo se empañe por la idea de ese referendo para reformar nuevamente la constitución y permitir una reelección más.

martes, octubre 28, 2008

Materia pendiente

Como me temía no fue posible la reunión del Presidente Álvaro Uribe con los grupos indígenas del sur occidente de Colombia. Ojalá no se quede esta materia pendiente como ha pasado con tanta frecuencia en mi país.

Los medios de Bogotá no le han dado trascendencia el tema. Era más atractiva la libración del ex congresista Oscar Lizcano. Sin embargo, los diarios de Cali y Medellín si narraron lo sucedido y manifestaron su preocupación.

Espero que esta semana actúe la diplomacia discreta y prepare un encuentro para el próximo fin de semana o la fecha más cercana que sea posible. Repito y ruego porque el Presidente intente despojarse de su majestad y logre un buen díalogo con los indígenas que lleve a materializar acuerdos importantes.

viernes, octubre 24, 2008

Uribe y los indígenas

La reunión del presidente Álvaro Uribe con los diversos grupos indígenas que se realizará en Cali el próximo domingo 26 de octubre tiene mucha importancia. Es una verdadera prueba de fuego.

No podrá ser un consejo comunal como los que ve mi padre por televisión todos los sábados. Las reglas son muy distintas. Tanto uno como otros tratarán de manejar la reunión a su propio estilo pero tendrán que hacerse concesiones mutuas.

Será la primera reunión de muchos años, quizás de todos, entre la Colombia mestiza y la indígena. Afortunadamente van a conversar y esperamos lleguen a buenos acuerdos para todos. Tal vez el presidente Uribe pueda mostrar un nuevo estilo y poner las bases para el nuevo pacto social que tanto hemos reclamado.

No será fácil porque este es un país violento pero a la vez muy poco dado a hablar con franqueza. Y los unos y los otros sienten que tienen poderes. Mientras haya conversaciones y los líderes contengan firmemente a sus seguidores hay muy buenas esperanzas.

Aún recuerdo las frases de algunos que todavía siguen creyendo que acá los indios son pocos y no cuentan. Y no sobrarán los comentarios de algunos que creen que todo esto es orquestado por gobiernos extranjeros. A eso le respondo que la política hay que hacerla con las personas y los hechos que están. Los indígenas son importantes, más numerosos de lo que muchos creían y se han convertido en una verdadera fuerza política. Sin duda mucho mejor que la de algunos que se arropan con los slogans de partidos políticos

martes, octubre 21, 2008

Oportunidades

Dicen los medios de comunicación que las fortunas de muchos de los grandes ricos del mundo se han reducido en proporciones superiores al treinta por ciento en pocos días como consecuencia de las crisis en los mercados de valores.

Lo que hay que cambiar es la forma como se hacen esos cálculos porque los hechos recientes muestran que la volatilidad de los mercados especulativos tiene un impacto muy grande. Claro que las cosas valen lo que paguen por ellas y nunca será igual un día que otro porque las circunstancias y las necesidades cambian. Pero quizás no tiene mayor importancia que esas fortunas momentáneamente se hayan reducido porque sus acciones no estaban a la venta y porque siempre lograrán recuperarse.

Lo grave está en que Estados Unidos no controló su mercado de valores y el estado nunca indagó seriamente sobre esos derivados, empaquetamientos y apalancamientos que lo hacían a uno sentir como un imbécil. Y dejamos el mercado en manos de unos pocos aventados con mucha audacia y quizás poco estudio. Hace un tiempo un amigo me decía que no se explicaba el éxito de muchas de nuestras estrellas del mercado bursátil. Supieron ganar mucho dinero con un mercado siempre en alza. Habrá que verlos si persisten en la actividad en un mercado a la baja o con altibajos.

La indignación mundial contra esos banqueros irresponsables o corredores de bolsa que ganaron grandes fortunas crece todos los días. Soy muy escéptico sobre las sanciones que puedan recibir porque el dinero siempre va caminando al lado del poder, pero las diversas sociedades de los países desarrollados tendrán que adoptar nuevas reglas sociales para no reconocer y castigar el comportamiento de estos voraces parásitos.

No resulta muy sostenible la idea de que los privados son mejores administradores de recursos que los funcionarios. Que entre el diablo y escoja. Se acabaron los superhéroes y el prestigio de los banqueros no es el mejor, a pesar de la idea loca de sugerir a Luis Carlos Sarmiento para la presidencia.

Pero no todo es la crisis bursátil. El consumo en Colombia ya venía muy afectado en el año 2008 y la gente comienza a estar muy preocupada. Todavía no se pueden sentir los efectos de la crisis en las exportaciones pero llegarán. El banco de la República tendrá que salir al mercado para que la devaluación tenga un ritmo moderado y ojalá logremos atraer capitales que estén en el exterior.

El clima social se hace más difícil y cada vez será menos creíble sostener que todo se debe a una acción terrorista de las FARC. Muchos no se han dado cuenta que el discurso tiene que cambiar porque la realidad es otra. Los empresarios del Valle del Cauca, por ejemplo, tienen la oportunidad de liderar un nuevo pacto social en su región que sirva de ejemplo para el resto de Colombia. Ha llegado la hora de hacer partícipes a los trabajadores para que sientan que ellos ganan en las bonanzas y son protegidos en las vacas flacas. El sistema de las cooperativas puede ser muy útil y seguramente favorable para el trabajador pero no crea nexos sólidos con la empresa. La gente se siente desprotegida.

Quienes no quieren aprender son nuestros políticos. Todas las semanas hay un escándalo. Siguen deshojando la margarita sobre el próximo período presidencial y no tienen nada que decir sobre la situación actual y futura. El ciudadano no interesa, las colas para demandar algún servicio tampoco. Todos están contentos porque volverá a funcionar el mecanismo más perfecto para ser ineficiente: la tutela. Para que no me acusen, dejo de actuar y sugiero recurrir a la tutela. Bonito remedio a las injusticias.

Nuevamente llamo a dejar de pensar en referendos y convocar a las fuerzas más representativas de la nación para hacer un nuevo pacto social. La recesión mundial nos ha dado esa oportunidad.

lunes, octubre 13, 2008

Muchas tareas por hacer

Con menos frecuencia de la que desearía escucho los viernes en la noche los comentarios de los corresponsales extranjeros en el programa Hora 20 de Caracol.

El viernes pasado el tema fue el de la crisis mundial y los cambios de vida de muchas de las personas. Europa quien siempre se había caracterizado por un consumismo moderado había entrado en la misma danza frenética de Estados Unidos gracias al crédito casi ilimitado. Al terminar, dijeron que en Colombia veían los mismos comportamientos en muchos sectores.

El sábado en la noche tuve que presenciar, muy contra mi voluntad, un programa de televisión en el que presentaban una casa de verano en Colombia. No decían donde pero por el entorno de montañas cercanas me atrevería a asegurar que es una casa gigante en el departamento de Cundinamarca (Girardot?). Muy bonita la casa, decorada como les gusta a los nuevos ricos que no tienen historia, al estilo minimalista, pero con un lujo y un tamaño impresionante. El dueño la visitará máximo veinte días en el año.

En Colombia algunos gastaron mucho gracias a la prosperidad reciente y a las corruptelas de siempre. Pero la gran mayoría apenas pudo comprarse un carro y algunas cosas más gracias a las tarjetas de crédito. No se construyó mucha vivienda nueva para las personas con menos recursos porque allí se necesitaba una intervención agresiva del estado que no se produjo.

Todas estas crisis tratan de volver a llevar las cosas a su nivel. Recuerdo la de 1982 y pensaba que esa bonanza loca me la había perdido. Y así todas las demás como la de 1999 donde si salí daminificado porque tenía deuda de vivienda. Aún conservo la casa pero ya no creo que valga la pena morir un poco para tener techo propio.

Ojalá la crisis que se ve llegar no afecte demasiado a las clases medias y bajas del mundo. Pero eso es solo un sueño. Sería muy bueno que se llegara a un mundo más austero, más racional con el medio ambiente.

Siempre será oportuno revisar los objetivos de nación. Pienso que no lo estamos haciendo y seguimos pensando en el pasado reciente. La operación Jaque ya pasó, ahora tenemos nuevas exigencias. Lo he dicho varias veces, aprovechemos el impulso para hacer un nuevo y moderno desarrollo agrícola en los territorios recién reconquistados. Despojemos de la tierra a los mafiosos que no son capaces de nada distinto a sembrar pastos y motivemos al capital a invertir. Me parece bien que se castigue duramente con impuestos a los propietarios de grandes predios ociosos.

Las Universidades públicas tienen que crecer mucho más pero no solamente en sus espacios habituales sino en muchos municipios que requieren ese impulso. Por ejemplo, la Universidad Nacional tiene que abrir una o varias sedes importantes en San José del Guaviare y otras poblaciones del oriente y del sur del país. En la Universidad de Antioquia ya se está discutiendo sobre la necesidad de duplicar el número de sus estudiantes.

Perdimos el momento de traer capitales para hacer nueva infraestructura de transporte. Era muy necesaria. Pero eso no quiere decir que nos demos por vencidos. Debemos aumentar las concesiones y hacer que las actuales mejoren. No hablo de grandes inversiones para los actuales concesionarios pero el estado debe promover y vigilar para que se construyan variantes, se eliminen curvas, se pinte la carpeta y se mantenga la señalización, entre otras cosas.

Y, lo más importante, pensemos en la gente. Que la acción de tutela tienda a desaparecer y no porque se elimine del ordenamiento jurídico sino porque el funcionario que tenga que aplicar tutelas reciba una sanción. Y que nos pongamos de acuerdo sobre los derechos que podemos garantizar inmediatamente. Hay algunos de gran contenido económico o cultura social que deben ser objeto de compromisos tangibles. No es fácil cambiar el alma de la gente y menos en Colombia donde nos hemos acostumbrado a muchas prácticas sociales inconvenientes.

En una ocasión me referí a la pobre seguridad en las ciudades y me cayó uno de mis escasos lectores. Ha llegado la hora de hacer cambios profundos en la Policía Nacional para hacerla más eficaz y unida a la comunidad. Me cuesta mucho trabajo escribir las líneas anteriores sin dejar de pensar en las últimas noticias de la Sijin de la Policía en Cali. Hechos gravísimos que apenas sucitan unos pocos comentarios.Por su trabajo y el contacto con los delincuentes siempre existe el peligro de corrupción de la Policía, y en Colombia aún más por el narcotráfico. Pero es vital tener una buena policía acompañada de un sistema de investigación criminal, juzgamiento y un régimen carcelario idóneo. Muchos Alcaldes gastan dinero para atender a sus clientelas en lugar de colaborar para que el aparato contra el crimen sea eficaz en su jurisdicción.

Mañana me despertaré para escuchar las noticias de siempre en mi país. Por qué el Señor Uribe no dice lo que quiere?

sábado, septiembre 27, 2008

Nos damos cuenta?

Hace poco tiempo le pregunté a varias personas mayores de ochenta años sobre como recordaban el inicio de la Segunda Guerra Mundial. La mayoría no lo recordaron. Quizás eran muy jóvenes y las noticias no causaban en aquella época el impacto inmediato que causan ahora.

Además, las consecuencias de un hecho de esa naturaleza no afectaba de manera directa la calidad de vida de los habitantes de un lejano país de América del Sur. Al poco tiempo si generaría consecuencias de variada naturaleza.

Otra cosa acontece cuando uno pregunta por eventos como la sublevación del 9 de abril de 1948 después de la muerte del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán. Habían pasado casi diez años, esas personas ya eran mayores y , lo más importante, sintieron que ese momento habría podido cambiar significativamente sus vidas.

En mi generación todo fue distinto porque el radio y la televisión lo dominaban todo. Recuerdo perfectamente la crisis de los misiles de Cuba en 1962, el asesinato de Kennedy y muchos otros hechos que recibieron una amplia cobertura de los medios de comunicación.

La economía financiera de Estados Unidos y el mundo está viviendo un momento crítico. Si los congresistas de Estados Unidos s ponen rápidamente de acuerdo sobre el dinero que hay que invertir es muy probable, pero no seguro, que salgamos adelante. Y no tengo certeza porque todos los días se conoce el nombre de otra entidad financiera con problemas.

Pero todo mi comentario va a que la gran mayoría de la gente, acá y allá no tienen plena conciencia del problema. Acá porque creen que eso es cosa de gringos y allá porque todavía algunos creen que el estado no está para internvenir decisivamente en el rescate del sector financiero.

Espero despertarme en lunes escuchando la noticia de un buen acuerdo del Congreso de Estados Unidos. Y quiero que unos días más tarde despierte también con la noticia de que nos queda una recesión económica solamente y no una catástrofe o hecatombe como dicen en Colombia

domingo, septiembre 21, 2008

Todo pasa?

Toda esta semana que va a terminar estuve pensando si quizás tendría que presenciar el colapso del capitalismo tal como lo conocemos hasta ahora. Parece que de momento no será así, afortunadamente.

Cuando estudiaba en la universidad llegué a pensar que el comunismo iba a durar mucho tiempo. Y no porque comulgara con sus ideas, al contrario, sino porque veìa que ese sistema totalitario se apoderaba de todos los instrumentos sociales de los países y resultaba imposible la reacción de la oposición.

Además cuando recordaba la fecha en que Rusia había caido en sus manos me parecía un número muy grande de años. Solamente en la medida que uno envejece va teniendo una mejor comprensión del tiempo.

Desde hace varios años he venido pensando que el modelo capitalista que nos rige está mostrando fallas y no ha logrado distribuir los recursos planetarios de una manera más racional y equitativa.

Ahora cuando las migraciones del mundo han cambiado de sentido, los viejos países de Europa deciden frenar de manera abrupta la llegada de muchas personas en búsqueda de mejores oportunidades.

Este orden disparejo que destinaba maíz para reemplazar gasolina se mantenía porque las economías crecían. Al parecer algunas de ellas demasiado como las de China y la India. Varios de los países del tercer mundo productores de materias primas estaban felices porque lograban precios altos.

Época loca en donde los automóviles volvieron a crecer y todos quisimos tener un 4x4. Entre más grande y caro mejor. Y los fabricantes de whiskey tuvieron que inventar nuevas categorías para vender más caro. En Colombia, el asunto se hacía más patético por las presencia de los dineros de la droga.

El auge de la construcción en Estados Unidos tenía que detenerse porque no tenía bases sólidas. Y la desregulación, que tanto gusta a los empresarios del mundo, llevó a la gente y al mercado financiero a unos endeudamientos absurdos.

Comprendo que finalmente los estados tengan que intervenir a empresas financieras para salvar el sistema y los ahorros de la gente. Pero no me gusta porque pienso que todo se hubiera podido evitar si los estados ejercen su poder de manera oportuna.

Será cierto que el capitalismo en su voracidad tiene vocación suicida?. Nos salvamos casi siempre porque no todos son estúpidos o locos. Siempre hay personas, empresas y gobiernos sensatos. Mucho me temo que los sensatos ya son muy pocos y nadie les cree.

El título de este escrito quería mostrar como todo tiene un fin porque se cumple un proceso inexorable como el de la vida. A medida que va pasando el tiempo y nos vamos haciendo viejos vemos como todos los ciclos se cumplen.

Todos, menos el de la violencia en Colombia.

martes, agosto 26, 2008

tiempo de juegos y lecturas

En casi todos mis escritos insistí en la necesidad de buscar acuerdos fundamentales y estratégicos para convertir a Colombia en un país nuevo, más igualitario, más desarrollado, más importante en el contexto mundial.
Parece que estamos haciendo todo lo contrario. La mayoría de las personas quieren un mejor país pero seguimos actuando de manera inconsecuente y no nos atrevemos a clamar un BASTA YA!.
Mientras estos líos de la política y la parapolítica se desarrollan, recomiendo a mis escasos lectores la lectura de un libro que me ha parecido muy interesante y revelador de lo que ha sucedido en Colombia. Se titula “ARMAS Y URNAS. Historia de un genocidio político” de Steven Dudley.
Mientras me dedico a la lectura y a mis asuntos privados informo que no volveré a marchar contra nadie ni siquiera a la esquina de mi casa.
Solamente lo haría para decirles a todos los actores actuales de la política que se vayan para sus casas. Como eso no es posible, mejor me quedo en la mía leyendo y recordando.

martes, agosto 12, 2008

लो कुए व क़ुएदन्दो

Para no dejarse caer en un muy peligroso pesimismo hay que valorar y reconocer la valentía de la Senadora Gina Parody.
No sé en qué va a parar todo lo que está pasando con la parapolítica pero no me gusta.
Desde que nos invadió el narcotráfico nos están haciendo creer unos y otros que aquí nadie se salva. Yo no les doy la razón porque a mi lado veo personas con debilidades pero con entereza y sólidos principios. Son pocos, pero quedan.
Para muchos lo importante es mantenerse. No saben que bajarse del caballo tiene muchas ventajas. Además la vida o la muerte siempre se encarga de hacerlo.

jueves, julio 31, 2008

El colombiano de ahora

Tengo pendiente escribir algo sobre el comportamiento y el ser del colombiano en los últimos veinte años.
Confieso que he tratado de eludir el tema para no caer en una descripción demasiado cruel o en generalizaciones simplistas.
Pero lo dije y debo cumplirlo. Afortunadamente se han publicado varios hechos y comentarios que me ayudan en lo que intento decir.
Me ha aterrado que en estos años, algunas de las personas que conozco y que tenía por gente de bien no se han inmutado y hasta cierto punto apoyan los terribles crímenes que se han cometido en Colombia en los últimos veinte años. En varias reuniones he escuchado comentarios justificando la muerte de algunos que se consideraban afines al llamado enemigo.
He conocido gente que defendía rabiosamente la teoría de “el enemigo de mi enemigo es mi amigo” y entró al juego de la muerte. Algunos de ellos, muy queridos por mí, pagaron con su vida por esa filosofía.
Muchas de las pendejadas que se han dicho perdieron vigencia. Una de ellas era la de afirmar que la violencia en Colombia era propia de la gente del interior y que los costeños, gente alegre y descomplicada, eran muy poco propensos a la violencia. Y los hechos demostraron todo lo contrario.
En la última semana dos noticias me han llamado la atención y tienen mucha relación con lo que intento describir. Una de ellas comentada en el editorial de Vanguardia Liberal del 31 de julio menciona las actuaciones de un grupo paramilitar comandado por alguien que se hacía llamar “Juancho Dique”. Citemos las palabras del editorialistas porque son elocuentes: “Narrando detalles de cómo se llevó a cabo la masacre de El Salado, cometida hace pocos años, expresa que los asesinos solo usaron bayonetas para matar a varias decenas de inocentes, para no llamar la atención de unidades del Ejército que estaban cerca y que -atérrese lector- mientras tales desalmados en forma inmisericorde quitaban la vida a sus víctimas, otros paramilitares “tocaban gaitas, tamboras y violines”(sic).
Ese acto asusta porque demuestra lo que son capaces de hacer algunos colombianos de nuestros días. Si. Cada vez que tenemos noticia de un nuevo y oscuro acto de barbarie cometido por compatriotas nuestros, se nos desmorona el espíritu pues ingenuamente imaginamos tales escenas hace 15 años en los Balcanes, o en algunos lugares de África, o de Asia, pero no, los hechos son tozudos y nos demuestran que ocurren aquí, entre nosotros, en pleno siglo XXI.”
Y la otra noticia es la historia del dirigente genocida serbio-bosnio Karadzic que se movía con toda tranquilidad por Belgrado y había tenido la reputación de ser una persona sabia y respetada. Por supuesto en esa fachada debieron colaborar los servicios de seguridad de Serbia. Pero el punto que quiero resaltar tiene que ver con lo que escribí al principio de esta nota. Quizás conocemos personas que se comportan en ciertos escenarios como ciudadanos ejemplares y en otros como en su propia casa o empresa tienen actitudes muy diferentes.
Es que el colombiano es así. Contesta las encuestas y los interrogatorios como si fueran una clase de ética o de comportamiento correcto pero todos sabemos que la realidad es otra. Es muy distinto lo que pensamos a lo que decimos y hacemos en casi todas las situaciones.
Quevedo compuso un célebre poema sobre el “poderoso caballero Don dinero”. Ese poema, escrito en el siglo XVII siempre ha tenido vigencia pero en nuestro país podría haber sido escrito nuevamente ayer. El que tenga dinero es todo y no importa su pasado, que hable apaisado o que sea un Karadzic. Lo importante es que pague y ojalá con billetes.
El que debe y quizás está atrasado en sus pagos es un paria. No importa lo que sea o haya sido. Para muchos es peor no pagar una deuda que muchos tipos penales.
La cultura mafiosa ha penetrado de manera muy honda en la sociedad colombiana y lo más grave es que no hemos logrado éxitos en la lucha contra el tráfico de estupefacientes. ¿Podremos derrotar a este flagelo o tendremos que esperar que esas sustancias dejen de usarse en el norte como ya nos sucedió con la quina o el caucho?.
En el pacto social que tendremos que hacer más pronto de lo que muchos creen, tendremos que decidir sobre muchos temas y uno de ellos es el del narcotráfico.
Más que cambios constitucionales debemos hacer acuerdos sobre principios morales y éticos para que los colombianos que nos sucedan puedan vivir en paz y lograr ese desarrollo que soñamos y que no llega.

domingo, julio 13, 2008

Un mensaje a Manolo

Poco a poco comienza a pasar la euforia del extraordinario rescate de Ingrid Betancur y sus compañeros de secuestro. Y queda la tristeza por la suerte de ellos y todos los que han pasado por esa terrible tortura.
Vamos a ver si esta patriótica nación se porta bien con los rescatados. Y no me refiero a los folclóricos carros de bomberos para la recepción de los militares y policías. No niego que eso sea importante, pero lo que trascenderá es el tratamiento que les dispensen por varios años la sociedad y el Estado. Que los contralores y procuradores del futuro entiendan y que no premien la pusilanimidad de los funcionarios que intenten dejar de ayudar a nuestros rescatados.
Ya comienzo a advertir ciertos signos inquietantes con Ingrid Betancur. He recibido correos en que la atacan porque ha dicho que no vendrá a Colombia a la marcha del 20 de julio. Yo tampoco vendría. Ella necesita sosiego, descanso, medicina, silencio y mucha, mucha familia.
Entiendo a los que quieren aprovechar estos momentos para hacerle una nueva demostración de rechazo a las FARC por sus fechorías y torpezas. Pero no dediquemos todos los medios a esa propaganda y tampoco obliguemos a nuestros rescatados.
Comencemos a discutir sobre la crisis económica mundial que se nos vino encima, sobre la recuperación del agro, sobre la presencia del estado y la nación en todos los confines de Colombia, en la reforma a los sistemas de salud y pensiones. Como haremos para enfrentar al problema del narcotráfico y a la cultura mafiosa que nos invadió. Esto solo para mencionar algunos temas.

viernes, julio 11, 2008

Los pequeños grandes asuntos

Desde hace tiempo me impresionaba que el ministro de protección social Diego Palacio siempre se refería a sumas millonarias para los hospitales y para otros asuntos de su cartera.
Y me sorprendía que siendo médico nunca hablaba de las necesidades individuales de las personas.
El suscrito es un gran aficionado al internet desde 1994 y pasa demasiadas horas al día mirando todo tipo de aplicaciones y de informativos en la web. Pero no había sacado el tiempo para inscribirme en la PILA para hacer mis gestiones de pago de la salud y la pensión que me corresponden como trabajador independiente. A principios del mes fui a mi fondo de pensiones y me dijeron que ya no me podían dar el formulario de siempre y que debía hacer el pago por internet. Me fui a mi banco y no me dieron ninguna ayuda. Después de intentar varias horas llamar por teléfono y llenar un instructivo hecho para empresas, alguien compasivamente me dio la clave de un operador y pude hacer mis pagos. Pero todo esto que les cuento me tomó dos días entre idas y venidas y llamadas sin respuesta.
A los pocos días comienzo a escuchar el problema por los medios y escucho al ministro Palacio otra vez con sus grandes números. Que eso era un problema de sólo cuatrocientas mil personas y que los otros seis millones de cotizantes ya lo estaban haciendo desde hace tiempo a través de sus empresas. Claro eran las cotizaciones del salario mínimo y de los independientes que no tienen gremios que los representen y muchos de ellos no están vinculados al sistema financiero.
Y se les olvidó a todos que el internet de Colombia aún no es masivo porque no hemos hecho una verdadera campaña para masificarlo. Y se les olvidó que la gente no tiene cuentas en los bancos por el cuatro por mil y porque ahora cobran por todo. Mis hijos me piden que les mande la plata a Bogotá en un sobre porque el banco no los deja sacar todo y siempre les cobra por todo.
Con eso del outsourcing y la reforma laboral muchos de nosotros tenemos contratos que no son laborales pero nos obligan a pagar a las EPS y a los fondos de pensiones. Y como la ley 100 se hizo en otra época tenemos que pagar la contribución completa que no pagan los trabajadores vinculados con contrato de trabajo.
Me gustaría que varios de nuestros altos dirigentes del estado se pasearan de vez en cuando por las pequeñas empresas de Colombia y conversaran con la gente del común, la que no está detrás de los políticos, la que no asiste a los consejos comunales. Que conozcan a la Colombia real.
Con ese aire liberal que siempre nos dimos, defendimos a la figura constitucional de la tutela pero resulta que en Colombia se ha desfigurado porque los empleados públicos y las Empresas prestadoras de Salud EPS no toman decisiones y siempre están a la espera de actuar cuando un Juez los obligue en virtud de un fallo judicial que tutela un derecho fundamental. Nadie piensa en la gente, solo en el bolsillo y en el propio pellejo.
Tiene que llegar pronto la hora de hacer gobierno para la persona.
Habíamos planeado escribir sobre la evolución del colombiano en los últimos veinte años y lo haremos en otra ocasión.